jueves, 27 de octubre de 2011

Only a surfer knows the feeling (vol.1)


Volumen 1: 'Tensa espera del amanecer de un nuevo día.'

Comenzamos el primero de los volúmenes y que mejor manera que hacer que contando como es la espera el día antes de un día de surf.

La única diferencia entre la noche antes y un día normal, es que los sentimientos están enfatizados, la tensión aumenta y las ganas ni os cuento.

En la noche antes, te analizas, ves si estás en estado óptimo, el surf no es ninguna coña y te puedes llevar sustos más que serios, desde enano tengo un lema, de una frase que me dijo mi padre y que he grabado a fuego en mi "al mar no se lo puede tener miedo, pero lo que hay que tenerle es respeto". Rezas para que al día siguiente, estés bien, no te quedes dormido; sueñas con esa ola, esa inmensa ola de derechas, carente de espuma y que te avise de que va a romper con ese sonido ronco, ese sonido cautivador e hipnotizante, así te quedas dormido, soñando con ese amanecer, esa mañana donde madrugar no es un problema, es más, madrugar es un lujo, como un lujo es el surf.

La cuestión es que al despertar te encuentres bien, he tenido unos cuantos sustos en el agua, y eso que de aquéllas estaba físicamente perfecto, el mar es impredecible, y nunca sabes que es lo que te esperas de él. En el agua no eres nada, eres una mierda, el mar es poderoso y hará contigo lo que le venga en gana. Él es tu dueño y tu un mero peón en su eterna partida de ajedrez. Con el mar no se juega, es más, el mar juega contigo. Si te rompe una ola encima duele, si una ola te tira duele, cada golpe de mar, te va minando, la espuma, no dejar de remar, las corrientes, la temida lavadora, tu propia tabla puede darte un susto que desgraciadamente a veces, pero por lo menos por aquí pocas veces, puede acabar en tragedia. Así de crudas son las cosas, no vamos a ir de cínicos ahora.

Una vez de pie, en mi caso y después de la rutina higiénica diaria, desayuno lo de siempre, con los cascos insertados en los oídos, preparo las cosas, y me despido de mis padres.

Despedirme de mis padres es de esos momentos álgidos, ellos todavía siguen en cama, les doy un beso a cada uno y les digo que me marcho, que volveré a la hora de comer. Cojo las llaves del coche y salgo por la puerta de casa con mi mochila y cierras la puerta con una mezcla de sentimientos, por lógica no tiene que pasar nada, pero resoplas mientras esperas el ascensor, resoplas mientras te sientas en el coche, pensando que igual acabas de salir de casa por última vez, y te has despedido de tus padres por última vez.

Cuando sales ya a la carretera unos kilómetros es lo que me separa de la playa, de Foxos casi siempre o de La Lanzada o de Montalvo, la Playa de los Muertos, Caneliñas, Canelas, Silgar o punta Fontenla.

Siempre lo he dicho, el surf no es sólo un deporte, el surf es más que un modelo de vida, el surf es un sentimiento que se lleva dentro y esto sólo acaba de empezar.

-- FIN DEL VOLUMEN 1 --


domingo, 23 de octubre de 2011

CIAO 'SUPER SIC'



Hay días en los que no merece la pena ni levantarse, en los que lo mejor es dormir todo
el día y al día siguiente despertar. Hoy no me tenía que haber levantado, pero lo hice y minuto a minuto las sucesivas noticias, malas noticias, iban llegando a mis oídos.

Así que nada mejor que desconectar, conectándome al televisor para ver la carrera e incrédulo observé lo que jamás me podría esperar.

Ha sido un golpe bajo, muy bajo, lo he notado muy dentro de mí, de esto que parece que no pero te destroza por dentro. !Joder Marco¡ tenías que haber hecho un recto y seguiríamos disfrutando de ti, de ese puto look a lo pelo escarola que tanto amo y que me recuerda al mío en el sentido de que son indomables, de ese pilotaje que no dejaba indiferente a nadie, ni te imaginas lo que te odie cuando tiraste a Pedrosa, siempre me caíste genial pero ese día te pasaste. Pero no pasaba nada, eras super sic, eras un tío con dos huevos.

He tardado horas en romper a llorar, desconsoladamente en la soledad de mi habitación, no me gusta que me vean así, hacía años que no lloraba de esta manera, miro por la ventana y Pontevedra también llora, metafóricamente en forma de lluvia. Eras de esas personas a las que se le tiene un cariño especial a pesar de no tener el privilegio de haberte
conocido personalmente, otros de mi familia han tenido esa suerte y me decían que eras un tío muy majo, gracioso, educado y buena persona, que te gustaba saber la opinión de tus fans. Todavía no nos lo creemos, eras un buen tipo. En mi familia abundan los moteros, bien por que en su pasado, en su presente o en su futuro tendrán una moto o bien como yo, que tiene amor por este deporte.

Supongo que son desgracias que se tiene que contar con ellas, pero uno no se adapta, jamás está preparado para esto. Lo peor de todo es que con tu desgracia Marco es que han aflorado en mi, recuerdos de gente que ha dejado la vida en el asfalto a lomos de su moto, gente importante para mi, gente a la que no hay día en que no me acuerde de ella ni de lo que significaba para mi.

Allí donde estés, con ese jodido pelo no te olvides de darle gas colega, aquí nunca te olvidaremos.

R.I.P. Marco Simoncelli

sábado, 22 de octubre de 2011

Only a surfer knows the feeling

Only a surfer knows the feeling, bajo este conocido lema, he decidido crear una serie de volúmenes en los que intentaré explicar de la mejor manera posible, lo que significa el surf para mí, desde mi punto de vista y de la manera más resumida posible.
Para ello explicaré las distintas emociones que siento antes, durante y después de una sesión, así como diferentes aspectos relacionados con el surf.

Espero conseguirlo mínimamente, puesto que es algo complicado y muy intrínseco a mi manera ser. Prometo hacerlo de la mejor manera posible.


Lavado de cara, que no de alma


No sé si será por la música, que retumba en mis oídos, inundando cada una de mis venas con esa rabia que me infunde, haciendo que mi corazón lata más rápido, que mis pupilas se dilaten poco a poco, lentamente, nota a nota, en cada riff, en cada grito desgarrado de fondo, en cada golpe de doble bombo... provocando que mi cabeza siga al igual que mis pies el compás de cada canción que penetra en mi mente con mayor facilidad que una daga bien afilada penetra en el abdomen humano.

No sé si será por que siempre lo tengo en mis pensamientos, aunque el 90% de las veces sea la vagancia lo que pueda conmigo.

No sé si será por mi manera de ser, por la necesidad que tengo de ello, por lo que me ayuda y por lo que me gusta.

No sé si será por el mero hecho de que alguien que no te esperas te diga que sigas, que no lo dejes, que le gusta y quiere seguir leyéndote.

No sé si será quizás, debido a que nunca me he ido, que he seguido escribiendo, como lo llevo haciendo años, en mis libretas todo garabateadas, sin orden ni secuencia, sin rectitud ni pulcritud, hojas y hojas que plasman mi yo más íntimo, mi yo más temeroso, mi yo que no quiero mostrar, unas de mis cosas más preciadas, mi manera de pensar y de ver las cosas, guardado con recelo en el fondo de mi negra alma pero con la necesidad de plasmarlo para liberar esa oscura alma torturada por multitud de pensamientos, impresiones y reflexiones; constantemente, sin descanso y sin piedad.

No sé por qué será, pero lo que sí sé es que aquí estamos, una vez más, con un lavado de cara al blog, pero con el contenido, con mi alma...de siempre.